lunes, 21 de octubre de 2013

El Tren del Aceite. Día 1: Jaén - Zuheros

Realizada el 05/09/13


El recorrido de la ruta, de 71 km, es este




y el perfil de la misma


Los puntos naranjas equivalen a viaductos

Las Vías Verdes del Aceite y la Subbética pertenecen en realidad a la misma línea de tren que unía Jaén con Campo Real (Córdoba): el llamado Tren del Aceite. El cambio de nombre de las Vías Verdes le viene al pasar sobre el río Guadajoz, donde se encuentra el límite provincial. Finalmente, la Vía Verde de la Subbética termina de considerarse como tal pasada la pedanía de Las Navas del Serpillar, pero ya lo comentaremos más adelante.

Grabado de la llegada del primer tren a Jaén, 1892
(Fotografía de spanishrailway.com)

La construcción de la vía empezó en 1879, en base al proyecto del malagueño Jorge Loring, presentado en 1876, pero no fue hasta 1893 cuando el primer tren salió de Jaén hacia Puente Genil. Principalmente se construyó para trasladar aceite hacia el puerto de Málaga, aunque también trasladaba plomo, carbón, etc. desde Linares hacia la capital malacitana.

Detalle de un vagón Foudre
(Fotografía: José Luis Palomino Nicás)

Esta aventura no puede decirse que fuese rentable, teniendo que ser intervenida por el Estado en 1936. Desde entonces su declive en cuanto al uso siguió progresando hasta que a finales de 1984, se realizó el último viaje.

Estación de Martos y la dresina que realizó el último viaje
(Fotografía: Archivo Histórico Ferroviario)

Nuestra ruta de dos días de duración empieza en Jaén, relativamente cerca del polideportivo de Las Fontezuelas. Bordeándolo por el carril bici ya hay señales que nos guían hacia el punto de inicio de la Vía Verde.


En paralelo a las actuales vías se distingue perfectamente el trazado de la antigua vía férrea y en el punto donde esta empieza (con su panel explicativo, fuente...) con un elemento que hace mención al antiguo uso del camino: un vagón.


Vagón colocado en octubre de 2009 y que en un principio quería ser un centro de interpretación de la Vía Verde (noticia), pero que a la postre nunca llegó a ser utilizado para tal fin.


La salida de Jaén es con cierta pendiente hacia abajo y con buen firme, viendo desde arriba la actual vía del tren y copiando su trazado. En en segundo kilómetro la ronda de circunvalación (A-316) cruza en perpendicular nuestro camino y no se respetó en su momento la continuidad de la Vía Verde, así que, más abajo, existe un paso inferior por el que evitar esta infraestructura y recuperar la cota.


No es hasta el kilómetro 5 cuando se empieza a subir de un manera más o menos constante (1,5%), con las laderas de la sierra de la Grana a nuestra izquierda y con el elemento que más nos va a acompañar en las próximas horas: el olivo.


Un largo giro nos lleva de nuevo a encontrarnos con la Autovía del Aceite, a las afueras de Torredelcampo, si bien en esta ocasión se ha construido una pasarela metálica que nos lleva al otro lado respetando el trazado antiguo, pero cruzada la carretera nos separamos del mismo, ya que este continuaba por una actual zona aparcelada.

Pasarela a Torredelcampo (Jaén)

Es el la rotonda donde nos reencontramos con la Vía Verde y, metros más adelante, con el edificio de la primera estación del Tren del Aceite.

Estación de Torredelcampo (Jaén)

Rodamos momentáneamente sobre gravilla camino al túnel del Caballico, iluminado en sus 333 metros curvados a la derecha. Al salir el paisaje vuelve a estar plagado de olivos mientras nos acercamos, en bajada, al cruce con el arroyo de la Piedra del Águila.

Viaducto del arroyo de la Piedra del Águila (Torredelcampo)

Sobre el arroyo, el primer viaducto de la Vía Verde (104 metros de longitud y 25 de altura máxima). Todos los del recorrido fueron levantados por los ingenieros franceses Daydé y Pille, discípulos del famoso Eiffel, y la segunda muestra se encuentra a solo 1 km de este.

Viaducto Bajo (Torredonjimeno)


Tiene casi 83 metros de longitud, con dos luces y se colocó en 1891 y también conserva, como otros, las traviesas de madera sobre las que estaban las vías.

Túnel de Torredonjimeno

Un segundo túnel iluminado nos deja prácticamente a las puertas de Torredonjimeno y encaminados hacia el lugar donde estaba la antigua estación, derribada el 29 de abril de 2004. Del conjunto sólo queda un antiguo almacén.

Almacén de la estación de Torredonjimeno

El paso por Torredonjimeno coincide con un suave cambio de pendiente (ascendente los próximos 5 km), que notaremos una vez crucemos la carretera de Martos por una pasarela metálica y la A-306 por un paso inferior.

Puente del Camino Palomar (Torredonjimeno)

En esos 5 km el recorrido del tren discurre atrincherado en varios tramos. De repente algo destaca en el mar de olivos y no es otra cosa que la Peña de Martos, a las faldas de la cual se encuentra la población de Martos.

Peña de Martos (Martos)

Una nueva pasarela metálica ayuda a salvar el desnivel que ahora ocupa la autovía del Olivar y, en bajada, llegamos a las primeras casas de Martos, en el cruce con la J-213.


Por suerte se puede hacer el mismo recorrido que hacía el tren, aunque ahora entre fincas. Incluso hay colocada una antigua máquina de vapor que se utilizó entre 1892 y 1963 para rellenar los depósitos de agua de las locomotoras en la estación de Martos.

Máquina de vapor (Martos)

No está muy alejada de la antigua estación (apenas 500 metros), hoy en estado de total abandono, aunque se pretende recuperarla (noticia).

Estación de Martos (Martos)

Desde la salida de Martos ya se nota que la pendiente juega a nuestro favor, siempre de una manera constante. Aprovechando el terreno favorable nos detenemos momentáneamente en uno de los descansaderos de la Vía Verde para pegar un bocado. Estos lugares son bastante frecuentes a lo largo del recorrido, uno cada 3 km más o menos y aunque no disponen de fuentes, sí de mesas y bancos.


Este primer tramo largo en bajada, de casi 10 km bordeando el cerro de la Capellanía, se acaba al llegar al viaducto del Arroyo Salado; es el primero de los 7 que cruzaremos en los próximos kilómetros.


Viaducto del Arroyo Salado (Martos)

Tiene casi 209 metros de longitud y una altura máxima de 50 metros. Lo bueno de este viaducto es que te puedes desplazar por los laterales de los estribos y contemplar el conjunto de la obra.

Empieza ahora un tramo de subida en forma de escalera y para llegar al tercer y último peldaño solo hay que recorrer cuatro kilómetros. En el primero de ellos destaca el viaducto del Arroyo del Higueral (133 metros de longitud y 20 metros de altura máxima).

Viaducto del Arroyo del Higueral (Martos)

En la subida al segundo peldaño las lindes del camino no están plagadas de olivos, sino que el camino está encajonado entre coscojas... un cambio en el paisaje nunca está de más.


A final del segundo peldaño se encuentra la estación abandonada de Vado-Jaén. Una estación extraña, porque no se encuentra cerca de ningún municipio sino más bien en mitad de la nada... pero su tarea era importante: la de ofrecer un punto donde los trenes pudieran cruzarse.

Estación de Vado-Jaén (Martos)

Nada más cruzar la Jv-2214 (donde todavía existe la caseta de guarda) nos quedan por delante casi 2 km de suave ascenso por camino de tierra, hasta el tercer peldaño, coincidiendo con el paso bajo el puente de la Jv-2235.



Desde aquí y hasta el final de la Vía Verde del Aceite, en el cruce con el río Guadajoz, el terreno es descendente (quitando 4 km de falso llano con mínima pendiente). Eso quiere decir que los kilómetros pasarán rápidos... si no nos detenemos demasiado. Difícil, porque a los 3 km de empezar el descenso, hay una restaurada caseta de guarda en el cruce con la vereda de Zahorda que invita a hacerse una foto.


Caseta de guarda (Alcaudete)

Una larga curva a izquierdas nos lleva a una de las vistas más bonitas de la jornada, las del valle del Víboras, que podemos disfrutar simplemente dejándonos caer.



Sin darnos cuenta llegamos al viaducto del Río Víboras, en el Paraje Natural de El Pontón, donde una señal nos indica que desde él podremos ver el puente romano que también cruza esas aguas.


Viaducto del Río Víboras (Alcaudete)

Pasados sus 224 metros, nos detenemos para mirar a la izquierda y descubrir el restaurado puente romano de un solo ojo que pertenecía a la calzada romana entre Córdoba y Málaga.


Puente romano sobre el Víboras (Alcaudete)

Lejos de seguir montados en la bici aprovechando la pendiente, volvemos a bajarnos en breve, esta vez debido a la cantera de "La Muela" (a la izquierda de la vía) cuya extracción de balasto era utilizada para las vías del ferrocarril.


Cantera de "La Muela" (Alcaudete)

Una vez pasada la antigua cantera es cuando dejamos de ir hacia abajo para rodar en falso llano los próximos 4 km. En esta parte de la ruta existen dos viaductos separados por sólo 1000 metros (en los que también hay una caseta de guarda) y, como curiosidad, ambos coinciden tanto en su longitud (70 metros) como en altura máxima (20 metros): el del Arroyo del Chaparral y el del Arroyo de la Esponela.


Viaducto del Arroyo del Chaparral (Alcaudete)

Caseta de guarda (Alcaudete)

Viaducto del Arroyo de la Esponela (Alcaudete)

Otra vez volvemos a notar la pendiente favorable, prácticamente sin pausa, hasta el final de la Vía Verde del Aceite (dentro de 7,5 km), lo que hace más llevadera la ruta, desde luego.



Como pasó anteriormente, los kilómetros no pasan tan rápido como se podría esperar, ya que hay elementos que obligan a reducir la velocidad si no a pararse completamente.


Caseta de guarda (Alcaudete)

Buena muestra de ello es la última estación de esta Vía Verde, situada a la izquierda del camino cuando vamos rodando en paralelo a la J-2240: se trata de la parada de Alcaudete-Fuente de Orbe, que se encuentra a 5 km de la localidad que le da nombre y con la que Correos dedicó un sello a las Vías Verdes en septiembre de 2012.




Depósitos de agua de la estación de Alcaudete-Fuente de Orbe (Alcaudete)

Estación de Alcaudete-Fuente de Orbe (Alcaudete)

Instalación de bombeo de la estación de Alcaudete-Fuente de Orbe (Alcaudete)

Almacenes de la estación de Alcaudete-Fuente de Orbe (Alcaudete)

Toca ahora pasar a nivel dos carreteras (la A-316 y la Jv-2231) siendo la primera la que tiene más volumen de tráfico. El Sol empieza a apretar un poco más, de modo que empieza a rondar por la cabeza el buscar un descansadero con sombra de cara a la hora de la comida.



Y si algo calma el calor, es el agua. Agua que aparece en forma de la reserva natural Laguna Honda, a los mismos pies de los campos de olivos.


Reserva natural de la Laguna Honda (Alcaudete)

Tras un amplio giro de casi 180º en torno a la loma de Desjarradero, enfilamos hacia el penúltimo viaducto del que, esta vez sí, podemos ver su estructura metálica de 83 metros de longitud.


Viaducto del Desjarradero (Alcaudete)

Ahora, a nuestra derecha, volvemos a ver una lámina de agua que corresponde al embalse de Vadomojón, marcando el límite entre la provincia de Jaén y la de Cordoba.


Embalse de Vadomojón

No se tarde mucho en llegar al final de la bajada, punto donde se encuentra el viaducto del Río Guadajoz, último de la Vía Verde del Aceite y primero de la Vía Verde de la Subbética, ya que al cruzarlo abandonamos la provincia de Jaén para pedalear por la de Córdoba.


Viaducto del Río Guadajoz (Luque)

Viaducto del Río Guadajoz (Luque)

Pasados los 200 metros del excepcional viaducto se encuentra el hito del kilómetro 55 (donde concluye la Vía Verde del Aceite), al lado de una caseta de guarda con un panel informativo de la Vía Verde que empezamos, la Subbética.


Caseta de guarda (Luque)

Como es de esperar, después de bajar y cruzar un río el camino se vuelve hacia arriba y esa va a ser la tónica de los 15 km que nos faltan de la etapa. De modo que seguimos dando pedales con la idea de detenernos en el próximo descansadero para comer.




Mientras llega ese momento llegamos a la altura del mirador de la reserva natural Laguna del Conde o Salobral, un humedal temporal que se intentó desecar en cinco ocasiones desde 1829 hasta 1902, sin alcanzar el objetivo.


Laguna del Conde o Salobral (Luque)

Existe al lado de la vía un lugar habilitado para dejar las bicis y poder subir al mirador desde el que contemplar dicha laguna en toda su extensión. Merece la pena bajarse de la bicicleta unos minutos.



Reemprendemos la marcha por el camino de gravilla, dejando atrás una nueva caseta de guarda en el cruce con de la vía con la Cp-104 y el cordel de Córdoba a Granada.


Caseta de guarda (Luque)

Nos esperábamos encontrar con algún lugar donde poder parar a comer, pero a medida que avanzamos nos vamos convenciendo de que tendremos que comer más tarde, posiblemente en la estación de Luque. No queda otra que soportar el Sol unos minutos más.



Una nueva pasarela metálica nos deja al otro lado de la N-432 y a una distancia de 2,5 km de la primera estación de esta Vía Verde. Realmente vale la pena no haberse detenido antes para comer y hacerlo en este conjunto, teniendo la posibilidad de hacerlo en la reconvertida estación sino que también dispone de mesas a la sombra de chopos.



Estación de Luque (Luque)

Aguada de la estación de Luque (Luque)

Depósitos de agua de la estación de Luque (Luque)

El encanto que le dan los antiguos vagones de madera es genial; vagones frente a la estación y en la parte trasera del Centro de Interpretación del Aceite, edificio construido a posteriori.



Tras el reparador descanso nos disponemos a afrontar los últimos kilómetros de la etapa con las últimas estribaciones de la Subbética prácticamente tocando el recorrido de la vía.



El camino va rodeando el perfil de este Parque Natural, subiendo la cota poco a poco pero de manera constante. Finalmente, habiendo cruzado la Cp-150 llegamos al lugar donde abandonaremos la Vía Verde por hoy. Este punto no es otro que la intersección con la Cp-85, donde se levanta una nueva caseta de guarda dedicada, hoy, a un artista de Zuheros.


Caseta de Guarda (Zuheros)

La carretera por la que hemos de seguir, no deja lugar a dudas... hay que seguir subiendo (1 km al 5% de media); y más cuando vemos el pueblo asomar después de una curva.


Zuheros

Lo que es la entrada al pueblo, definitivamente, la hacemos en dos partes y echando el pie a tierra debido a la alta pendiente. En la primera retomamos el resuello a la altura de la fuente del Pilar (130 metros al 12% de media) y la segunda y última (180 metros al 17% de media) ya nos deja dentro de Zuheros.


Fuente del Pilar (Zuheros)

Buscamos el alojamiento que teníamos reservado y después de una merecida ducha, salimos a estirar las piernas por las calles de este encalado pueblo. Digamos que es obligatoria la visita a la zona del castillo-palacio árabe.


Castillo-palacio de Zuheros (Zuheros)

Esta fortaleza musulmana erigida en lo alto de un peñasco en el s. IX, está rematada por un torreón almenado del s. XII. Este torreón se convirtió en la Torre del Reloj en 1760, siendo retirado en 1960 para devolver el torreón a su estado original.


Torre del reloj, castillo de Zuheros (1950)

Torreón del castillo de Zuheros

Torre albarrana del castillo de Zuheros

Durante el s. XVI, en el patio de armas, se completó con un palacio renacentista propiedad de los Señores de la Casa de Córdoba.




Por último, desde el mirador de la Villa sobre el torrente del Bailón, hay una hermosa vista de la campiña olivarera destacando el viaducto de Zuheros, por el que continuaremos la ruta mañana.


Viaducto de Zuheros (Zuheros)

Tren del Aceite por el viaducto de Zuheros a principios de la década de los 80
(Fotografía de Paraíso de olivos) 


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Para descargar el track, este es el enlace.
Folleto de la Vía Verde del Aceite (abrir).

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